“Buscamos soluciones innovadoras que ayuden a determinar la calidad ideal del agua para los cultivos subtropicales”.
Dentro del contexto global de cambio climático, aumento de población, y menos recursos naturales para producir alimentos (pérdidas de suelo por erosión, sequía, etc.), es necesaria, para satisfacer la demanda actual, la búsqueda de nuevas fuentes de recursos hídricos como aguas regeneradas, aguas desaladas, etc. para satisfacer las necesidades de la agricultura, y de la sociedad en general. Sin embargo, ninguna de estas fuentes alternativas puede satisfacer las necesidades de la agricultura de forma individual, por lo que es necesaria una gestión de recursos integral, donde se mezcle el agua proveniente de diferentes orígenes, y así poder satisfacer las necesidades hídricas de la agricultura asegurando la calidad del agua utilizada. En este contexto, en el que el agua de riego procederá de una mezcla de diferentes fuentes, es necesario contar con una tectología que monitorice y actúe, cuando sea necesario, sobre los parámetros físicos, químicos y biológicos del agua. Es decir, es necesaria una tecnología que permita medir parámetros como el pH, la conductividad eléctrica, el contenido en nitratos, metales pesados o la presencia de antibióticos o contaminantes emergentes, actuando cuando sea necesario (tamponando el pH, emitiendo una alerta por contaminación, etc…) de manera previa a la aplicación del agua de riego. Además, una tecnología así permitiría establecer los parámetros óptimos del agua (pH, conductividad…) para cada cultivo específico y tener en consideración el aporte de nutrientes que contenga el agua para aprovechar, según el agua se destine a riego o fertirriego, los elementos presentes evitando la eutrofización del medio y permitiendo además un ahorro de fertilizantes.